Científicos chilenos del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) han comunicado que trabajan “a contra reloj para desarrollar una vacuna candidata” para el Covid-19, lo que supondría “la primera vacuna contra el coronavirus del continente sudamericano”, un prototipo que esperan obtener en dos meses.
Desde el mes de diciembre este grupo de investigadores está trabajando en el diseño y ahora ya iniciaron la fase de la formulación de la vacuna, por lo que “en apenas dos meses” podrían tener listo el primer prototipo, según el director del IMII, el doctor Alexis Kalergis.
Con 342 casos confirmados de coronavirus y el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe decretado por el Gobierno de este país, a partir de las cero horas del 23 de marzo, Chile se prepara para la llegada del invierno y ve con especial preocupación un escenario en el que tanto el virus de la gripe, el VRS y Covid-19 puedan coincidir y circular al mismo tiempo en los meses más duros. Por eso, los equipos de investigación trabajan sin descanso para encontrar la vacuna y ya podrían tener un primer prototipo dentro de dos meses.
“Una vez que hayamos obtenido el prototipo de vacuna, se deben llevar a cabo y superar varias etapas experimentales como por ejemplo iniciar los ensayos preclínicos, que corresponden a las pruebas a nivel de laboratorio que demuestren seguridad y efectividad en modelos experimentales. Completada esta etapa, el prototipo de la vacuna se debe fabricar en condiciones de buenas prácticas de manufactura para cumplir con las regulaciones nacionales e internacionales. Con esta nueva formulación, y si todo sale según lo esperado, la etapa siguiente correspondería a la realización de pruebas clínicas de seguridad en humanos”, indicó Alexis Kalergis, que lidera el grupo de jóvenes científicos chilenos que forman parte del proyecto.
Mascarillas con hilo de cobre
Aunque es difícil hablar de plazos concretos, Kalergis considera que “la vacuna podría estar lista para su administración y venta en un año y medio”. Además, añadió que “todas estas etapas deben ser superadas exitosamente para demostrar que una vacuna es segura y efectiva, lo que también dependerá de los resultados que se vayan obteniendo, de la disponibilidad de recursos y del cumplimiento de normativas necesarias para completar los estudios”.
Pero además de la investigación para conseguir una vacuna contra esta pandemia, Chile comercializa mascarillas a base de hilo de cobre que reducen las posibilidades de contagio. La incorporación de cobre puro dentro del tejido de la mascarilla funciona como una barrera que impide la transmisión de bacterias, hongos y virus. De hecho, según un estudio del New England Journal of Medicine, publicado el pasado jueves, 19 de marzo, el coronavirus puede sobrevivir hasta cuatro horas en cobre frente a los tres días que dura en superficies con plástico y acero inoxidable.
Fuente: www.actasanitaria.com